miércoles, 18 de enero de 2012

Hacia un mundo más pequeño

Hacia un mundo más pequeño
Francesc Miralles

El fin de la cultura “low cost” nos brinda la oportunidad de recuperar el valor de lo más próximo y natural, además de redescubrir la mesura de las cosas.
El analista económico Jeff Rubin, especialista en precios del petróleo, fue despedido del banco para el que trabajaba por anunciar el fin de la globalización. En su ensayo Por qué el mundo está a punto de hacerse mucho más pequeño (Tendencias), se dedicaba a desgranar por qué estamos a punto de entrar en una cultura basada en los productos locales, una tendencia que promueve esta revista desde hace más de una década.
La predicción que hace del fin de los excesos que han caracterizado el mundo globalizado está basada, justamente, en el petróleo. Su tesis es: cuando se termine esta crisis y se reactive nuevamente la maquinaria del capitalismo, el precio del crudo volverá a subir, lo cual modificará para siempre nuestro actual modo de vida. En sus propias palabras: “Cuando el barril de petróleo vuelva a costar tres dígitos, esto acabará con la cultura low cost y demostrará que la globalización ha sido un sueño o una pesadilla, pero que, en cualquier caso, es económicamente insostenible. Ya era ecológicamente inviable, pero ahora también lo será desde un punto de vista financiero. Tomaremos el avión, pero no para ir a Vietnam unos días de vacaciones, sino en ocasiones muy determinadas y pagando un precio muy alto, tal como sucedía antes”.
El mundo que viene
Las consecuencias de lo que augura este economista canadiense van mucho más allá del ámbito financiero, ya que afectarán a nuestro estilo de vida.
Jeff Rubin prevé el retorno de las fábricas que hoy están en Asia, porque el combustible será tan caro que no saldrá a cuenta transportar hasta aquí los productos, por muy barato que resulte la fabricación. Cuando el transporte sea tan costoso que se convierta en un lujo, tendremos que volver a producirlo todo nosotros y más cerca: desde los granos de arroz hasta la maquinaria. Lo que en tiempos de nuestros abuelos era exótico y caro, volverá a ser exótico y caro. Es decir, nos acostumbraremos nuevamente a la cultura local y artesanal. Esto terminará con excentricidades como las que denuncia este autor: “¿Qué es lo más refrescante que se puede hacer en Dubai en una tarde de sol abrasador? Esquiar. Muy probablemente afuera se pueda cocer un huevo frito sobre el capó de un auto, pero todos los días se dispone de una sorprendente pista de nieve para esquiar o, como se publicita en los anuncios, simplemente para jugar con ella. Ski Dubai y el inmenso recinto cerrado en el que se ubica consume la energía equivalente a 3.500 barriles de petróleo al día. Todos los días visitan el centro prácticamente el mismo número de personas. Es fácil echar cuentas: para mantener este estilo de vida sería necesario un barril de petróleo por persona y día”.
Según las tesis de Rubin, llegará un momento en el que el crudo será tan escaso y tendrá un precio tan desorbitado –se ha dejado el petróleo más costoso de extraer para el final–, que algo así será inimaginable. Y no hablamos sólo de tener nieve en el desierto. El fin de la globalización económica nos permitirá recuperar la medida de las cosas. La buena noticia es que el descalabro de nuestro sistema económico va a conducirnos a un mundo “más pequeño” y a una nueva psicología.
Esto no significa regresar a una cultura conservadora ni renunciar a los beneficios de la era Internet, que nos permite comunicarnos instantáneamente con cualquier persona en cualquier lugar del planeta. Tal como concluye el filósofo Fernando Savater: “Se puede estar a favor de la globalización y en contra de su rumbo actual, lo mismo que se puede estar a favor de la electricidad y contra la silla eléctrica”.
Dejando un momento de lado las predicciones de Jeff Rubin, es interesante analizar desde el punto de vista psicológico qué nos ha llevado hasta el actual estado de las cosas. ¿Cómo y por qué hemos pasado de consumir lo que necesitábamos a una cultura de hiperconsumo compulsivo? Es una larga historia que nos remite a los inicios de la revolución industrial, cuando millones de personas dejaron la vida en el campo para entregarse a talleres y fábricas donde realizaban tareas tan agotadoras como repetitivas. Con el paso de las décadas, los trabajadores fueron ganando derechos, una mejor remuneración y tiempo libre, pero eso no evitó el principal de los males: a la mayoría no le gustaba el trabajo que realizaba.
Cuando alguien consume la mayor parte de su vida despierta –contando los desplazamientos de ida y vuelta al trabajo– haciendo algo que no le gusta, la mente reclama una compensación. Como el niño que aborrece la escuela y, a la salida, come chucherías para resarcirse, el capitalismo se sustenta de esa necesidad de placer inmediato que oculta un tipo de vida que no nos satisface. Por eso, hasta el estallido de la crisis económica, trabajadores de todo rango contrataban vacaciones en el Caribe o se endeudaban cambiando de auto o comprando una segunda residencia. Era nuestra manera de hacer nieve en el desierto después de una jornada abrasadora.
Ahora que la fiesta comienza a terminar, empezamos a darnos cuenta de que quizás el paraíso en el que creíamos vivir no era tal. Como argumenta el analista político norteamericano Michael Parenti: “El problema del capitalismo es que recompensa la peor parte de nosotros como especie: una actitud despiadada, competitiva y manipuladora, así como los impulsos de satisfacción inmediata; mientras que las virtudes como la honestidad, la compasión, el juego limpio, el trabajo duro, la justicia y la preocupación por los demás obtienen poca gratificación, cuando no se convierten directamente en una desventaja o en un obstáculo para prosperar”.
La asignatura de humanizarnos
Novelas como La carretera de Cormac McCarthy o Fin de David Monteagudo nos presentan un futuro temible en el que tendremos que empezar de nuevo a partir de la nada. Sin embargo, incluso un crítico tan implacable como Noam Chomsky ve una esperanza para nuestra especie, si somos capaces de tomar otro rumbo: “La civilización industrial moderna se ha desarrollado siguiendo un impulso principal, la ganancia individual, que se ha aceptado como legítima e incluso como digna de elogio, porque se basa en la idea de que los vicios privados aportan valor al beneficio general. Hace tiempo, sin embargo, que estamos comprobando que una sociedad basada en este principio está abocada a su destrucción. Sólo podría sobrevivir si las fuerzas destructivas de los humanos fueran limitadas y el planeta tuviera recursos ilimitados, como un tarro de basura sin fondo. Actualmente, la especie humana debe elegir entre dos posibilidades: o la población toma el control de su destino, guiada por los valores de la solidaridad, la empatía y la preocupación por los demás, o bien perdemos el control de nuestro destino y, por lo tanto, la esperanza de sobrevivir”.
Hasta ahora, la degradación del medioambiente era un barómetro de la falta de madurez psicológica que caracteriza a nuestra especie. En ese sentido, el fin de la burbuja inmobiliaria en EEUU y Europa, y el colapso de los países industrializados nos han hecho despertar de este sueño que, como comentaba Jeff Rubin, tenía visos de pesadilla.
¿Y ahora qué?, podemos preguntarnos. Si se cumple el pronóstico del economista canadiense y regresamos a un mundo más pequeño, la humanidad estará a tiempo de afrontar su asignatura pendiente: humanizarse.
¿Un mundo feliz?
El autor de Por qué el mundo está a punto de hacerse mucho más pequeño, en una reciente entrevista, nos pinta un futuro cercano bastante más idílico que el de las novelas catastrofistas mencionadas: “Pronto nuestros alimentos procederán de un campo muy próximo a nuestra residencia, y las cosas que compremos probablemente vengan de una fábrica de los alrededores, y no de alguna parte lejana del mundo. Casi seguro que iremos menos en coche y andaremos más, y esto quiere decir que compraremos y trabajaremos más cerca de casa. Nuestros vecinos y nuestro barrio adquirirán entonces una mayor importancia”.
Parece que en un mundo así lo tendríamos todo para ser felices, aunque hay quien no está de acuerdo con esta visión. El economista y activista Arcadi Oliveres opina que, sin justicia social, de nada sirve apostar por los productos naturales e, incluso, por el comercio justo. Su razonamiento es el siguiente: “Existen sellos de comercio justo. Cuando una empresa importa un producto del Tercer Mundo y éste tiene incorporado el sello, quiere decir que allí hay un representante de una ONG que ha comprobado cómo funcionan las cooperativas que venden el producto; si pagan salarios dignos, que no contaminan, no explotan a los niños… Si es correcto, le ponen el sello y, como la ONG te merece respeto, confías en que se ha elaborado dignamente.
Siete pasos para ser feliz en un mundo pequeño
Antes incluso de que se cumpla la predicción de Jeff Rubin, hay una serie de medidas que podemos tomar para vivir en una escala más pequeña y natural:
Volver a los orígenes
Si vamos efectivamente hacia un mundo más pequeño, esto último también hallará remedio seguramente, ya que los supermercados se sustentan en una gran variedad de productos que llegan de todas partes, en cualquier época del año. Desde el momento en que dependamos de la producción local, también las tiendas encogerán y ofrecerán un surtido mucho más limitado de artículos, según cada temporada.
Muchos lectores que hayan llegado hasta aquí en la lectura pueden pensar que la predicción de Jeff Rubin es poco más que un cuento de hadas y que vamos, sin duda, hacia la destrucción del planeta. Pero debemos reconocer que nunca como ahora la humanidad ha tenido la oportunidad de rectificar el rumbo y reinventarse.
Vamos a ser originales, en el sentido al que se refería Gaudí cuando hablaba de “volver a los orígenes”, y preparar el escenario para el fin del low cost. Cuando el barril de petróleo vuelva a costar más de 100 dólares y acabemos de darnos cuenta de que, por ese camino, no llegamos a ninguna parte, entonces surgirá la alternativa de otro mundo.
Tal vez no volvamos a vivir en aldeas ni podamos desplazarnos al trabajo en bicicleta, pero habremos recuperado la mesura de las cosas. Y, lo más importante, nos habremos dado cuenta de que, como decía el escritor Maurice Sendak, “Ha de haber algo más en la vida que tenerlo todo”.

Bloqueadores solares ¿Cuáles son los más seguros? Joseph Mercola

Bloqueadores solares ¿Cuáles son los más seguros?
Joseph Mercola

El mejor protector solar es un sombrero y una camisa. Con esto, no hay sustancias químicas que se absorban en su piel y funcionan sin duda alguna. -  Dr. Mercola


Si usted va a su farmacia local y compra un protector solar para usted y su familia, hay una alta probabilidad de que dicho producto contenga sustancias químicas toxicas que la Guía de Protectores Solares 2011 que el Environmental Working Group(EWG) recomienda evitar por completo.
Esto es cierto si usted elige un producto con un alto factor de protección solar (FPS) o incluso en algunos que dicen ser “naturales”. De hecho, el EWG solo recomienda 1 de cada 5 de más de 600 protectores evaluados. Desafortunadamente muchas personas, sin saberlo, bañaran su cuerpo con lociones bloqueadoras toxicas e ineficaces –pero usted no tiene que ser uno de ellos.
Cuatro alertas en los bloqueadores solares
El “Salón de la Vergüenza” del EWG presenta bloqueadores que encarnan lo peor de lo peor cuando se trata de protección solar. Usted puede detectar estos productos al conocer estas cuatro alertas.
1. Oxibenzona
El 65% de los protectores solares no minerales en el mercado contienen oxibenzona. Este químico penetra su piel en grandes cantidades, lo que puede ocasionas reacciones alérgicas. El oxibenzona es también un químico que potencialmente altera las glándulas endocrinas, lo que pueden causar alteraciones hormonales y daño en las células.
Se ha descubierto que el 97% de las personas de Estados Unidos están contaminados con oxibenzona, y los investigadores han aconsejado no usar este químico en los niños, ya que éstos son especialmente vulnerables a las sustancias químicas que alteran las glándulas endocrinas. En la revista Lancet, los investigadores notaron que:
“Sería prudente no aplicar grandes cantidades de oxibenzona en grandes superficies de la piel por periodos prolongados ni repetidos al menos que ninguna otra opción esté disponible. Existe una preocupación adicional en los niños pequeños ya que tienen menos desarrollados los procesos de eliminación y tienen una superficie mayor por peso corporal que los adultos, con respecto a la disponibilidad sistémica de una dosis aplicada vía tópica.”
2. Vitamina A (Retinol Palmitato)
La industria de los protectores solares utiliza vitamina A en sus fórmulas, ya que es un antioxidante que se cree hace más lento el envejecimiento de la piel. Sin embargo, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en ingles) descubrió que la forma de vitamina A, retinol palmitato, cuando se utiliza en protectores solares y posteriormente se expone a la luz solar, puede en realidad acelerar el desarrollo de lesiones cutáneas y tumores.
Esta conclusión proviene del análisis del EWG de los resultados publicados por la FDA y el Programa Nacional de Toxicología. Como lo reporta el EWG en su informe de 2011:
“El análisis del EWG de las etiquetas del producto descubrió ingredientes retinoides en cientos de protectores solares, lociones para la piel, lápices labiales y protectores solares para labios—todos ellos plantean problemas de seguridad para la piel expuesta al sol. En este punto, el Programa Nacional de Toxicología (NTP por sus siglas en ingles) y la FDA han invertido más de una década estudiando los retinoides, concluyendo en enero del 2011 que tanto el retinol palmitato como el acido retinoico aceleran el desarrollo de la lesiones cancerosas y tumores”.
Un año después que el EWG dio voz de alerta sobre el retinol palmitato, aun no existe una posición de la FDA sobre la seguridad de los retinoides en los cosméticos. Los grupos comerciales de la industria de los protectores solares continúan debatiendo la alerta del EWG. La mayoría de las compañías cosméticas aun no han removido estos ingredientes de los bloqueadores y otros productos para la piel y labios.
“El EWG recomienda a los consumidores evitar el uso de productos que contengan vitamina A, retinol palmitato y retinol.”
3. Protección UVA Inadecuada
El análisis del Enviromental Working Group EWG descubrió que más del 60 % de los productos revisados proporcionaban una protección UVA inadecuada, y son tan ineficaces que dichos productos no serían aprobados en el mercado Europeo. Existen dos tipos principales de rayos UV de la luz solar, los rayos UVB que producen la vitamina D y la luz UVA que daña su piel.
Tanto los rayos UVA y UVB pueden causar bronceado y quemaduras en la piel, los rayos UVB lo hacen más rápido. Sin embargo, los rayos UVA penetran más profundo en su piel que los rayos UVB, este podría ser un factor más importante para el foto envejecimiento, arrugas y cáncer de piel.
Dado que los rayos UVA son intrínsecamente más perjudiciales y persistentemente altos durante las horas de luz solar, la aplicación de un protector solar que no le proteja la piel contra los rayos UVA no le proporcionara ningún beneficio y será perjudicial para su salud en general. Por lo tanto, es importante entender que si utiliza protector, asegúrese de que en realidad este obteniendo protección contra los rayos UVA.
Europa está tomando una postura mucho más estricta para asegurar la protección de los consumidores contra el daño de los rayos UVA al utilizar protectores solares, pero en Estados Unidos (y Chile) los protectores no están a la altura.
Como señala el EWG:
“…Las normas propuestas por Europa en la protección contra los rayos UVA son más estrictas que las normas de la FDA. La agencia ha pasado años finalizando una regla que se limita meramente a la divulgación de los niveles de protección UVA, mientras que Europa ha propuesto que los protectores solares proporcionen protección contra los rayos UVA en niveles de por lo menos un tercio tan potente como el nivel de protección contra las quemaduras (FPS).
Esto significa que la protección mínima de UVA en Europa sería casi equivalente al nivel de protección tres estrellas propuesto por la FDA. La protección equilibrada requerida en todo el espectro de UVB y UVA tiene el efecto secundario de limitar los valores de FPS elevados, asegurando que la protección contra quemaduras no está fuera de sintonía con la protección de otros problemas de salud, como daño de los radicales libres y el cáncer de piel.
Muy pocos protectores solares en el mercado cumplen con las normas base de protección UVA propuestas en Europa.”
4. Un Alto FPS o en Forma de Spray
Protectores con un alto FPS (SPF 50+) no son intrínsecamente dañinos, sin embargo, existe evidencia de que los niveles de protección más elevados les dan a las personas una sensación engañosa de seguridad, animándolos a estar más tiempo de lo debido bajo el sol. En realidad, la investigación sugiere que las personas que utilizan protectores con FPS elevados, deben también obtener la misma exposición a los rayos ultravioleta (UV) como las personas que utilizan protectores con FPS más bajos.
Los protectores en spray (o polvo) no son recomendables porque las partículas potencialmente toxicas se liberan en el aire, lo que facilita su respiración.
¿Qué Protectores Solares son los Más Seguros?
Después de que el análisis fue completado, el EWG concluyo:
“El mejor protector solar es un sombrero y una camisa. Con esto, no hay sustancias químicas que se absorban en su piel y funcionan sin duda alguna.”
¡Comparto esa misma opinión! Desde hace mucho tiempo he señalado que una de las mejores estrategias para protegerse contra el sol no es en realidad un protector solar, es el uso de ropa o mantenerse bajo la sombra. Ya que los hallazgos del EWG confirman que la mayoría de los bloqueadores están llenos de sustancias químicas tóxicas que pueden en realidad acelerar el cáncer de piel o pueden filtrarse en su torrente sanguíneo donde pueden perturbar sus hormonas.
También, las afirmaciones de los fabricantes de protectores solares son en muchas ocasiones engañosas.
La ropa de algodón proporciona alrededor del FSP 15. En otras palabras, su piel obtendrá 15 veces más la protección normal del sol cada vez que cubra su cuerpo con algodón. Solo recuerde que incluso con ropa protectora sobre su cuerpo, es importante monitorear su piel por cualquier señal de quemaduras.
Sin embargo, sí existen bloqueadores seguros que le proporcionan protección segura contra el sol en momentos donde se le haga difícil controlar la cantidad de exposición solar que recibe a través de la ropa. Por ejemplo, si lleva a sus hijos al parque de diversiones o la playa, podría exponerlos todo el día a la luz solar.
Para momentos como esos, elija un bloqueador que contenga minerales como el zinc o el titanio, ingredientes en todos los protectores solares con la mejor calificación del EWG.
Otros ingredientes seguros en los protectores que nutrirán su piel incluyen: aceite de coco; aceite de Jojoba; aceite de girasol; mantequilla de karité; vitamina D y E, y aceite de eucalipto.
Por qué NO debería usar protector solar cada vez que esta al aire libre
Tener una exposición solar segura todos los días es una de las mejores cosas que puede hacer por su salud, debido a que la exposición solar permite que su cuerpo produzca naturalmente su propio suministro de vitamina D.
¿Por qué es tan importante la vitamina D?
Si usted es lector de mi sitio de internet, sabrá que soy un firme defensor de la optimización de los niveles de vitamina D, ya que impacta muchos aspectos de su salud. Por ejemplo, se sabe que este excelente nutriente puede ayudar en: salud cardiovascular; funcionamiento del riñón; mejorar su fortaleza muscular; promover dientes saludables; ayudar a producir niveles óptimos de presión arterial; ayudar a mantener huesos fuertes y sanos; ayudar a mantener su sistema inmune sano y reducir el riesgo de cáncer.
Esta lista de importantes beneficios sólo representa una fracción de muchas formas en que la vitamina D le ayuda a optimizar su salud. Y, a pesar de que puede obtener vitamina D de fuentes de alimentos naturales o suplementos, los expertos coinciden en una cosa: La luz del sol es la mejor manera de obtener vitamina D. Los llamados expertos que aconsejan evitar toda la luz solar y aplicar religiosamente un protector solar, en realidad están promoviendo el aumento de riesgo de cáncer, y no disminuyéndolo…
Con los años, varios estudios ya han confirmado que una adecuada exposición solar puede incluso ayudar a prevenir el cáncer de piel. De hecho, se descubrió que la aparición de melanoma disminuye con grandes cantidades de exposición solar, y puede aumentar con los protectores.
La clave es encontrar un equilibrio saludable entre la suficiente exposición de luz natural para maximizar la producción de vitamina D y mantener su salud óptima, mientras que al mismo tiempo, se protege contra los daños causados por la sobreexposición al sol. El punto a recordar es que una vez que su piel se ponga de color rosa ligero (si es de piel blanca) ese es el momento indicado para eliminar la exposición solar. Después de este punto de exposición, su cuerpo no produce más niveles de vitamina D y usted comenzará a tener daño solar. Y quemaduras de sol en cualquier parte de su cuerpo no es bueno para su salud.
Lo qué necesita saber para tener un verano seguro
Si usted está al aire libre durante todo el día como parte de su trabajo, o si usted necesita proteger las áreas sensibles de la cara, al igual que alrededor de sus ojos, que son particularmente susceptibles al fotoenvejecimiento y no son una superficie suficiente para impactar los niveles de vitamina D en caso de ser bloqueados por los protectores solares, ciertos protectores disponibles en la mayoría de las tiendas naturistas o de alimentos saludables, son seguros de usar cuando sean necesarios.
Sin embargo, a veces la personas que cuidamos hasta el más ultimo detalle, nos olvidamos de llevar un protector solar natural apropiado cuando es necesario, por esa razón es recomendable asegurarse de que su cuerpo este preparado para tener la mejor defensa contra la sobre exposición solar de los dañinos rayos UVA.
Tener una alimentación saludable llena de antioxidantes naturales ha sido siempre una estrategia útil en este sentido, y los alimentos frescos, crudos, sin procesar ofrecen nutrientes que su cuerpo necesita para mantener el equilibrio saludable de ácidos grasos de aceite de omega-6 y omega-3 en su piel, la cual es su principal defensa contra las quemaduras solares.
Los vegetales frescos, crudos también proporcionan a su cuerpo una gran cantidad de potentes antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres causados por el daño solar que puede conducir a quemaduras y cáncer.
El carotinoide relativamente desconocido llamado astaxantina también ha despertado el interés de los investigadores debido a su capacidad de reducir los signos del envejecimiento al ayudar a proteger su piel del daño solar.
La astaxantina es producida por algas marinas en respuesta a la exposición de la luz UV. Esta es la forma en que las algas se protegen, por lo que tiene lógica que esta sustancia muy pigmentada tenga la capacidad de “protegerlo” cuando se toma en grandes cantidades durante un tiempo suficientemente largo como para saturar los tejidos del cuerpo. Normalmente se trata de varias semanas.
La corporación Cyanotech financió un estudio a través de un laboratorio independiente de investigación al consumidor para medir la resistencia de la piel a los rayos UVA y UVB, antes y después de la suplementación de astaxantina.
El resultado fue que en sólo tres semanas de haber tomado 4 mg por día, las personas mostraron un aumento significativo en la cantidad de tiempo necesario para que la radiación UV enrojeciera su piel.

Bruce Lipton: “Los pensamientos positivos y el placebo curan” Montse Cano

Bruce Lipton: “Los pensamientos positivos y el placebo curan”
Montse Cano

Investigador celular de prestigio, asegura que las creencias y el medio ambiente definen nuestra salud.
Ha conseguido aunar ciencia y espíritu. No es poco mérito, sobre todo si tenemos en cuenta lo alérgicos que son muchos científicos a los temas trascendentales. Pero Bruce H. Lipton es un investigador valiente y también un gran comunicador. Recorre medio mundo de conferencia en conferencia haciendo accesible a todos la llamada “nueva biología” y lo hace con increíble pasión.
Como biólogo, lleva décadas estudiando las células y ha llegado a la conclusión de que los genes no son la clave de la vida, como asegura la élite científica. ¿En qué no está de acuerdo?
Empecé mi carrera dando clases en la Universidad. Estaba enseñando que los genes controlan la vida, pero tenía un problema con este tipo de enseñanza. Según las teorías genéticas que conocemos, nosotros no elegimos nuestros genes. Si no nos gustan nuestras características, no podemos cambiar nuestros genes. Por tanto, si los genes controlan la vida, nosotros carecemos de ese control y entonces somos unas víctimas. Eso significa que, si hay casos de cáncer o de diabetes en nuestra familia, nosotros no podemos hacer nada: soy una víctima y no puedo cuidar de mí mismo, necesito que otros me cuiden. Son las empresas farmacéuticas las que dicen que van a curarme y pagamos mucho dinero para ello. Y es verdad que la medicina hace milagros, pero solo en traumatología, porque si tengo un accidente, me hace falta otro corazón, me he roto una pierna, es ahí donde es efectiva la medicina. Si preguntas a un médico cómo funciona el cáncer, la diabetes, la artritis… cómo funciona la enfermedad, no lo sabe. Conoce la práctica, pero no tiene respuestas.
¿Los medicamentos pueden ser más peligrosos de lo que creemos?
Nos dan medicamentos para la enfermedad, pero esto causa muchos problemas en el cuerpo. Porque esta medicina basada en la farmacología no entiende cómo está interrelacionada toda la bioquímica del organismo. Simplemente, meten la sustancia química en el cuerpo, pero las relaciones dentro del organismo humano son muy complejas. Cuando tomo una pastilla química y la introduzco en mi cuerpo, no solo afecta a aquel lugar donde tengo el problema, sino que afecta a muchas otras cosas a la vez. Son los llamados “efectos secundarios”. Pero, en realidad, no son secundarios sino directos. No entienden que el efecto de las drogas no solo crea un efecto sino múltiples. Según las estadísticas en EEUU, ¡los fármacos matan allí a más de 300.000 personas cada año! Y esas personas son muchas más que las que mueren por tomar drogas ilegales. Hay algo que no funciona en la ciencia médica, porque están matando mucha más gente de la que están ayudando. No saben cómo funciona el cuerpo ni las células. No quiero ser muy duro con la medicina, porque hace cosas muy buenas, pero solo en traumatología.
En 1967, hace 44 años, estaba trabajando con células madre. Algunos piensan que la investigación con células madre es reciente, pero yo ya trabajaba con ellas en los años 60. Fui un pionero porque en esa época había muy poca gente trabajando en ello. Y un experimento que hice en esa época cambió la idea que tenía del mundo. Puse una célula madre en una cápsula de petri y, como cada diez horas se divide en dos, al cabo de dos semanas, tenía miles de células, todas idénticas. Luego cogí algunas de ellas, las coloqué en otra cápsula y cambié el entorno celular. Cambié la química en esa cápsula y ahí formaron músculo. Después, cogí otras de la primera cápsula y las puse en un entorno diferente, y se formó hueso, y otras se convirtieron en grasa al volver a cambiar el entorno. Entonces, la pregunta es muy sencilla, ¿qué controla el destino de las células? Todas eran idénticas, lo único que era diferente era el entorno. Cuando cojo células sanas y las coloco en un entorno nocivo, las células enferman y mueren. Si un médico las mirara, diría: “¿Qué medicina hay que darles?” ¡Pero no hace falta ninguna medicina! Les cambias el entorno nocivo, las colocas en uno sano y saludable y las células sanan. Esto demuestra una cosa muy sencilla: el destino de la célula refleja lo que está ocurriendo en el entorno. Cambia el entorno y entonces cambiarás el destino. Eso de que los genes son los que controlan la vida es un cuento. Es el entorno el que la controla. Los humanos somos una comunidad de 50 trillones de células, por tanto, la célula es el ser viviente y la persona es una comunidad. El humano es una cápsula de petri cubierto de piel. ¡Es verdad! Dentro de mí hay 50 trillones de células y el entorno celular para nosotros es la sangre, por ello la composición de la sangre cambia el destino de la célula.
¿Y qué controla la química de la sangre dentro del cuerpo?El sistema nervioso. ¿Y qué química crea el sistema nervioso en la sangre? Pues depende del sistema exterior. La célula y el ser humano son la misma cosa. Por ello, si pongo al ser humano en un entorno nocivo, igual que la célula, también enferma. Si lo trasladas a un entorno sano, entonces sana. Por tanto, la medicina culpa a las células por la enfermedad y trata de cambiar la química de las células, pero ese no es el problema, el problema es el entorno. Y si cambias a la persona de entorno, sin medicamentos, el cerebro cambia la química. El cerebro de la célula y el de la persona leen y entienden el entorno. Pero hay una diferencia: la mente interpreta. Y así puede suceder que estemos en un entorno muy sano, pero si la mente lo lee como un entorno negativo o malo, crea una química que hará a mi cuerpo enfermar. La diferencia entre la célula y el ser humano es que este tiene una mente que hace una interpretación y la célula lee el entorno directamente. Si metes un programa con errores en la mente, entonces la química que genera no está en armonía con la vida. Y esto nos sirve para entender cómo funciona un placebo. Cambio mi creencia y pienso que esto me va a sanar, tomo una píldora porque creo que esto me va a traer salud, y me mejora y me sana, pero la píldora podría ser de azúcar, en realidad no ha hecho nada, han sido mis creencias. Y a eso lo llamamos pensamientos positivos y efecto placebo.
Pero los científicos desprecian el efecto placebo y el poder de la mente 
para sanar. 
Sí, tienes razón. ¿Eres consciente de que hay más de una manera de hacer energía sin tener que depender del petróleo? Pero seguimos dependiendo del petróleo porque no interesa el cambio a los que controlan la energía. Lo mismo pasa con las empresas farmacéuticas. Venden fármacos y ¿poder sanar sin fármacos es bueno o malo para la industria farmacéutica? No quieren que sanes sin comprar sus fármacos. ¿Se puede poner energía en una cápsula? Si fuera así, las farmacéuticas intentarían vendértela. Si puedo sanar sin usar medicamentos, la industria que los produce no gana dinero. Deberíamos poder decir que la ciencia está separada de la industria farmacéutica, pero no es así, porque con el dinero de esta se está pagando el desarrollo de la ciencia, y ese dinero solo va esos estudios que dicen que las drogas funcionan. El dinero controla la ciencia.
Explíquenos cómo funciona ese poder que dice que tiene la mente para la autocuración.He hablado de que la mente controla: si piensa de una manera, se va en una dirección y, si piensa de otra, se va en otra. Por ejemplo, cierro los ojos, los abro y veo a alguien a quien amo. Entonces mi cerebro segrega dopamina, oxitocina, etc. Lo puedo sentir en mi cuerpo, puedo sentir el amor, y esa química trae salud a las células. Por eso, quien se enamora se siente tan bien. Pero si abro los ojos y veo algo que me asusta, segrego hormonas del estrés. Y estas hacen dos cosas. La primera es que frenan el crecimiento del cuerpo. Porque si me está persiguiendo un león, necesito toda la energía para poder escaparme, y mi organismo apaga todo lo que no sea imprescindible para correr más rápido, así que se paraliza todo lo que tiene que ver con el crecimiento. La gente no lo sabe, pero tienes que crecer todos los días, porque, si no, te mueres. Cada día cientos de billones de células mueren y tienes que ir produciendo nuevas. Cada tres días, el sistema digestivo renueva sus células, pero si se intefiere con ese crecimiento, entonces no puedo estar sano porque estoy perdiendo demasiadas células al día, por eso la quimioterapia hace que se caiga el pelo y crea problemas de digestión, porque mata todas las células, no solo las del cáncer. La segunda consecuencia de las hormonas del estrés es que se cierra todo aquello que usa energía, y el sistema inmunitario usa muchísima energía: cuando estás enfermo te sientes muy cansado porque tu energía la está usando el sistema inmunitario. Si estoy huyendo de un león, deja de funcionar. Simple. Las hormonas del estrés apagan el sistema inmunitario, incluso la medicina usa este efecto en algunas ocasiones. Por ejemplo, si me trasplantaran un corazón, mi sistema inmunitario lo rechazaría. En esos casos, los médicos dan hormonas del estrés y eso impide que funcione el sistema inmunitario. Es tan claro que suprime el sistema inmunitario que lo usamos como un medicamento. Cuando la persona está bajo estrés, afecta de dos maneras: la primera es que deja de haber crecimiento y la segunda es que se apaga el sistema inmunitario. De esta forma, virus nocivos pueden atacarme fácilmente. Cuando estás bajo mucho estrés, te enfermas. Y debo decir que, si tomamos una muestra de sangre de cada persona, descubrimos que todos tenemos células cancerígenas. Las tenemos siempre, pero si está funcionando el sistema inmunitario, no pueden crecer. Una vez que se apaga el sistema inmunitario, proliferan. Es como el resfrío: no tienes que coger el virus, ya lo tienes dentro. Son organismos oportunistas. El 90% de la gente que va al médico es debido al estrés, y también el cáncer funciona igual.
Usted insiste en sus libros en que la medicina convencional tampoco tiene en cuenta los campos energéticos.
Como decía, la primera razón por la que la medicina de hoy es cuestionable es porque los médicos no saben cómo funcionan las células. La segunda es que la medicina está basada en la física de Newton. No reconoce la energía, esa parte invisible, las señales electromagnéticas. Pero, a principios del siglo XX, apareció la física cuántica, que dice que todo es energía, lo que podemos ver y también lo invisible. Si miras dentro del átomo, hay electrones, protones, neutrones. ¿Y qué hay dentro? Energía. La ciencia más reciente indica que el cuerpo responde a la física cuántica, no la newtoniania. La medicina dice que quiere cambiar la química del organismo con drogas y la nueva medicina dice que hay que cambiar la energía.Y esta nueva medicina, la cuántica, es mucho más poderosa, porque responde primero el campo energético que el físico.
Si todo es energía, ¿los pensamientos también?
La mente es energía. Cuando piensas, transmites energía, y los pensamientos son más poderosos que la química. Así que esto es peor para las empresas farmacéuticas porque no lo pueden vender. Por tanto, no les interesa una conexión entre la mente y el cuerpo. Pero es cierto que las propias creencias se convierten en un campo energético, una transmisión, y esta se transforma en una señal que es capaz de cambiar el organismo. Y así es como funcionaba la sanación antes del desarrollo de la medicina. La gente sanaba con los chamanes, con las manos… pero eso no puede vender y por eso la medicina no quiere ir por ese camino. Y es la razón por la que yo cambié mi carrera. Estaba enseñando en la universidad que hay que seguir con drogas y sabía que eso no era verdad. La medicina lo sabe, pero no habla de ello. Sabe que el pensamiento positivo, el placebo, puede sanar, y también que el pensamiento negativo puede matar. Uno se llama placebo y el otro nocevo. En realidad, no es que sea positivo o negativo, es la manera de pensar. Si el médico te dice que tienes cáncer, aunque no tengas cáncer, si lo crees, crearás la química que generará cáncer. Por tanto, el problema no es tanto el entorno real sino el que tú interpretas.
Y eso enlaza con la física cuántica.Totalmente. Por eso no funciona la medicina, porque no reconoce la ciencia cuántica. No mira hacia ahí porque el dinero está en otro lado.
Usted ha explicado que, en la mente, quien realmente tiene el poder es el subconsciente.Es millones de veces más poderoso y más importante que la mente consciente. Utilizamos el subconsciente el 95 por ciento del tiempo.
La información del subconsciente se recibe en los primeros seis años de vida. Eso que aprendiste en esos años se convierte en el conocimiento fundamental de tu vida. Por tanto, hay muchos estudios que demuestran que las enfermedades que tenemos de adultos, como el cáncer, tienen que ver con la programación y el entorno que vivimos en los primeros seis años de vida.
¿Eso significa que, a pesar de la educación voluntariosa de los padres, los niños absorben también sus enfermedades, o sus actitudes negativas, y así se ‘programa’ su subconsciente? 
La gente, cuando oye esto, se preocupa, se culpa. Pero no eres culpable si tú no sabes que el subconsciente funciona así. No lo sabían nuestros padres, ni nuestros abuelos ni bisabuelos. Ahora bien, cuando lo entiendes, tienes que cambiar tu manera de vivir, porque entonces sí eres responsable. Está demostrado que si un niño adoptado vive en su familia casos de cáncer, en su madurez puede padecer cáncer aunque su genética sea diferente. Sería algo así como conducir un coche: si te enseñaron a conducir mal y has automatizado esa forma de conducir, pues lo más probable es que tengas accidentes. Si te enseñaron a maltratar tu cuerpo con mala información, destruirás el vehículo de tu cuerpo, cuyo conductor es la mente. El futuro es una mejor educación para los niños, incluso en la etapa prenatal.
¿Cómo podemos reprogramar el subconsciente?
Los comportamientos que vienen del subconsciente no los percibes y pueden estar haciéndote daño. Quizás te sientes enfermo y echas la culpa a otra cosa. Es tu propio comportamiento el que te lleva ahí, pero no te das cuenta. Al cambiar estos programas erróneos en el subconsciente, puedes recrear toda tu vida. Hay varias maneras de hacerlo. Se piensa que, cuando la mente consciente registra algo, la subconsciente también filtra esa información, pero no es así. La mente consciente es creativa y la subconsciente trata de todos los hábitos. Si le enseñas al subconsciente algo diferente, se lo enseñas también a la consciente, pero no al revés. Por ello, la manera de reprogramar es repetir y repetir hasta que se crea un hábito. Si leo un libro de autoayuda, mi mente consciente dice: “Sé todo lo que hay en el libro y lo aplico”, pero la subconsciente no se entera de nada. Entonces, piensas: “¿Por que sé tanto y todavía mi cuerpo no funciona?” Los pensamientos positivos, el conocimiento… solo funcionan el 5% del tiempo, pero el 95% son los hábitos que tengo desde mi niñez. Y esa es la razón por la que los pensamientos positivos no son suficientes. Ayudan, pero no ves muchos resultados. Todo sigue igual hasta que no cambias el subconsciente. Técnicas de psicología basadas en la energía como la hipnosis son una manera de cambiar el subconsciente, es como un aprendizaje rápido.
Con su investigación, ha enlazado ciencia y creencia, un binomio que evita la mayoría de los científicos. ¿Cree en la eternidad? 
Absolutamente, sí. No hay dos personas iguales, y lo digo desde el punto vista biológico. Si cojo mis células y las traslado a tu cuerpo, no soy yo, el sistema inmunitario las rechaza. En las células hay como una especie de antenas en miniatura. Son receptores y algunos son autorreceptores. Tú tienes diferentes autorreceptores a los míos. Pero los receptores reciben las señales del entorno. Si corto esos receptores, la célula no tiene ninguna identidad, porque no le viene de dentro sino de fuera. Para explicarlo de forma gráfica, diría que el cuerpo es como un televisor: mis antenas captan y reproducen el programa televisivo de Bruce. Esos receptores recogen esa transmisión. Si estoy viendo la tele y se estropea el tubo de la imagen, ha muerto el televisor, pero sigue la transmisión. Así que cojo otra, la enciendo, conecto el canal y vuelvo a ver el programa de Bruce, pero en otra tele, o lo que es lo mismo, en otro ser. Si ese ser tiene los mismos receptores que tienes tú, volverás a estar trasmitiendo lo mismo, pero en otro cuerpo. Esto explica la reencarnación y quiere decir que el cuerpo puede ir y venir, pero la transmisión siempre está ahí. Nunca había creído en el espíritu, pero cuando comprobé esto en la célula, me cambió la vida entera. La pregunta que me planteé es: ¿por qué esa duplicidad?, ¿por qué tener un espíritu y un cuerpo? Y la respuesta vino de mis células: si solo existiera el espíritu, ¿a qué sabe el chocolate? Solo con la parte espiritual, ¿cómo vivir una puesta de sol? ¿Qué se siente cuando se está enamorado? Todas esas sensaciones vienen de las células del cuerpo, que puede oler, sentir, tener experiencias. Recoge todo eso, lo transmite al cerebro. Se convierte en vibraciones y lo transmite a la fuente del ser. Si se muere mi cuerpo, mi fuente de ser y mi espíritu tienen la memoria hasta que tenga otro cuerpo. La lección más importante es que estar vivo es un regalo, una alegría por todo lo que podemos sentir. Cuando hagamos eso, todo el mundo estará sano.
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Las energías curativas del agua

Las energías curativa

El agua es un espejo de la sociedad, refleja todo lo que ponemos en ella. En este momento, el agua de Gaia refleja muchas veces una sociedad enferma, contaminada y degradada por nuestras acciones.



Cuando los astronautas contemplaron por primera vez nuestro acuoso planeta desde el espacio, vieron una esfera cubierta de vapor de agua en cambio permanente. Si amplías suficientemente una gota de agua podrás ver esos mismos cambios actuando dentro de ella. No podemos comprender el flujo de un arroyo mirando de manera aislada cada una de sus facetas físicas, químicas, biológicas y geológicas—, porque cada una de ellas afecta a las demás, todas están interrelacionadas. Tratar de comprender el agua analizando sus aspectos es como intentar formar una imagen con fragmentos sin tener ni idea de la figura global.
Algunas culturas anteriores a la nuestra parecen haber comprendido el agua mucho mejor que nosotros en la actualidad. El agua pura, por ejemplo, siempre ha sido considerada un tesoro: los antiguos chinos guardaban el agua de los glaciares en jarrones de jade; los incas y los aztecas ponían el agua en jarras de obsidiana; los médicos brujos de África utilizaban cristales de cuarzo.
Actualmente, la ciencia moderna reconoce que los minerales de estos contenedores afectan al agua porque sus grandes concentraciones de sílice permiten que conserve su estructura e impiden que se contamine o debilite. Pero los pueblos antiguos no tenían que analizar el agua para conocer estas propiedades; ellos sabían que poner agua en ciertos recipientes la mantenía sana y pura. Sabían que el agua, que está en movimiento constante, afecta y es afectada por todo lo que se mueve a su alrededor. No necesitaban herramientas científicas para reconocer que el agua recoge, almacena y transfiere información o energía física y vibracional en su movimiento.
Si lanzas un palo a un estanque de aguas tranquilas, si se posa un insecto, si un pez asoma la cabeza o se sumerge un pato, la superficie del agua se altera momentáneamente. Aparecerán una serie de ondas que se irán expandiendo, estando más definidas en el centro y difuminándose a medida que se alejen hasta desaparecer. Las ondas son vibraciones que resuenan a distintas frecuencias dentro de la masa de agua y transportan mensajes desde el punto de la alteración hacia la totalidad mayor. Son canales de energía que cambian la cualidad energética del agua que las rodea.
Todo esto resulta obvio cuando lo vemos ocurrir; sin embargo, en el amanecer del tercer milenio, pretendemos que el papel del agua como canal de información vibracional es algo reciente y no un descubrimiento muy antiguo. Estamos empezando a ver la vida como el resultado de ciertas vibraciones asociadas con fenómenos de resonancia y campos magnéticos. El agua es el canal que permite la transmisión de información vital en cada intercambio celular y extracelular. En este siglo, el agua podría volver a ser uno de los mejores «remedios universales». Pero para redescubrir su potencial curativo tenemos que tratar de comprenderla.
El agua en la antigüedad
El agua era esencial dentro de la filosofía médica clásica del antiguo Egipto, de India y China, así como de Asiria y Grecia, todas ellas culturas que vinculaban al individuo con el cosmos, viendo su interrelación y mutuo reflejo. En la tradición china, el agua es la clave de los cinco elementos: la madera se crea del agua, que favorece el crecimiento de la materia vegetal; el fuego es avivado por la madera; la tierra procede del fuego; el metal procede de la tierra; y el agua surge del metal (condensación). Se consideraba que el agua vinculaba los cinco niveles de la existencia humana: físico, vital energético, emocional, mental y espiritual. El agua nos afecta físicamente, emocional y mentalmente; es el fluido vital que permite el libre flujo de las energías. Sin agua sana, no podemos estar sanos.
El más elevado de los elementos
Los antiguos griegos veneraban el agua como medio y posibilidad de todo cambio elemental, el más elevado de los cuatro elementos con los que se creó el mundo. El agua era crucial en los sistemas mágicos y alquímicos, cuyos elementos principales eran el fuego y el agua. El fuego no se percibía como la llama tangible, sino como algo más sutil, algo parecido a la electricidad. La forma densa del agua física está representada por los ríos, arroyos y océanos; pero en la alquimia, la forma sutil del agua es el magnetismo. Actualmente estamos empezando a reconocer la importancia de la electricidad y del magnetismo para la salud, algo que los antiguos sistemas de conocimiento simplemente sabían. Y estamos empezando a aprender —o reaprender- el papel del agua en la transmisión del electromagnetismo.
Nuestra desconexión del mundo que nos rodea ha sido un proceso gradual a lo largo de los siglos. Una devoción cada vez mayor a cierto tipo de racionalidad nos ha hecho sospechar del reino religioso o espiritual, y desconfiar de cualquier cosa que no pudiera probarse aplicando las leyes científicas lineales.
Para aquellos que aún están limitados por la necesidad de probarlo todo científicamente, uno de los logros más apasionantes de la ciencia moderna de finales del siglo XX es su capacidad de explicar los poderosos efectos de las antiguas prácticas. La ciencia empieza a reconocer niveles de energía más sutiles, como los campos electromagnéticos que nos rodean, las frecuencias energéticas que recorren nuestros cuerpos y las vibraciones que afectan a nuestros procesos vitales. De la misma forma que las vidas pasadas del agua afectan a su vida actual, las antiguas interpretaciones de los poderes del agua a menudo nos ofrecen claves para comprenderla en el presente.
El agua es un espejo de la sociedad, refleja todo lo que ponemos en ella. En este momento, el agua de Gaia refleja muchas veces una sociedad enferma, contaminada y degradada por nuestras acciones. Pero podemos cambiar este reflejo. Este artículo es una invitación a recuperar la magia del agua y de la vida. Si apreciamos el agua y la tratamos adecuadamente, el resultado inevitable será la salud.
Propiedades del agua
El movimiento es uno de los factores que más afectan a la energía del agua, siendo la temperatura el otro. La inercia termal es una propiedad del agua por la que su temperatura apenas varía ante pequeños cambios en la temperatura ambiente. Pero pequeños cambios en la temperatura del agua pueden conllevar cambios drásticos en su forma de comportarse. Un cambio de una décima en la temperatura de nuestro cuerpo puede afectar seriamente a su comportamiento e indicar el principio de una enfermedad; asimismo una pequeña diferencia en la temperatura del agua puede tener consecuencias muy importantes sobre su salud y vitalidad. El agua es, literal y figurativamente, la sangre de la Tierra.
El agua fresca es la que se mueve más rápido y llega a su punto de máxima densidad justo antes de empezar a congelarse. El agua está en perpetuo cambio; cambia, por ejemplo, al pasar de un valle cálido y soleado a una zona boscosa y umbría. El agua más energética es la que procede de fuentes frescas y sombrías. La temperatura en el centro de un vórtice es más fría que en su parte externa: el agua fresca es la más viva y receptiva para captar y trasmitir información a la masa líquida que la rodea.
No podemos separar las características físicas y sutiles del agua. Todas ellas son parte integrante de su fuerza de vida. Al agua le afecta la información física. El movimiento y el ritmo que dan al agua su energía le permiten transportar información en forma de materia física y vibraciones de los reinos físico y magnético. Todas sus características son relevantes y están interrelacionadas. Cuando entendemos la naturaleza del agua, nos damos cuenta de la enorme importancia de beber agua de calidad que pueda recibir y transmitir información física y energética a nuestro cuerpo para mantenerlo sano.
Fuentes de agua sana
El agua sana necesita una serie de sales minerales y elementos residuales tanto para mantenerse sana como para nutrir el cuerpo humano con su composición química y eléctrica. El agua potable desmineralizada puede producir problemas de salud; el agua potable con un exceso de minerales también puede causarnos problemas. Todos necesitamos abastecernos de agua sana y equilibrada.
La calidad del agua depende de diversos factores, en particular de en qué punto de su ciclo la utilizamos. La mayor parte del agua que empleamos puede clasificarse en seis tipos: agua destilada, agua de lluvia, agua juvenil, agua de superficie, agua del subsuelo y agua de manantial. El agua marina, que forma el 97% de toda el agua terrestre, no puede emplearse de manera inmediata en los aparatos domésticos (aunque las plantas de destilación pueden ayudar a algunos países con problemas de abastecimiento).
El agua destilada es el «agua pura» de los científicos. No se encuentra en la naturaleza y no contiene ningún material disuelto. Es la base de los remedios homeopáticos ya que es sólo agua, sin ningún añadido. Su pureza indica que tomará todo lo que tenga a su alcance, y tratará de absorber nutrientes y minerales allí donde los encuentre. No es muy buena idea beberla en grandes cantidades porque puede extraer de tu cuerpo algunos nutrientes vitales, residuos minerales y otros elementos. Puede utilizarse ocasionalmente como purgante para eliminar el exceso de toxinas corporales.
Al agua destilada a veces se le denomina «inmadura», ya que carece de las energías sutiles que aportan e imparten salud: no tiene historia, ni recuerdos de glaciares, lagos rocosos, rápidos y cascadas, meandros, minerales terrestres, luz solar o lugares sombríos, o cualquier otra influencia que pueda afectar a su salud.
El agua de lluvia es otra agua inmadura, inadecuada como agua potable a largo plazo, aunque es preferible al agua destilada porque contiene algunos minerales absorbidos de los gases atmosféricos y partículas. El agua de lluvia no tiene vida al caer al suelo, pero enseguida empieza a gotear en movimientos espirales alrededor de las rocas subterráneas y se va encontrando gradualmente con una temperatura cada vez mayor al profundizar en la tierra; en algún momento comienza a filtrarse hacia arriba, siempre en espiral, reuniendo iones minerales y fuerza de vida hasta que encuentra la luz. El agua de lluvia puede llegar a ser bastante tóxica: todos hemos oído hablar de la lluvia ácida, en la que el agua capta los contaminantes químicos nocivos del aire y los distribuye, pero su falta de vida y de energía vital es todavía más crucial.
El agua juvenil emerge de las capas profundas del subsuelo, quizá en forma de géisers. No ha madurado atravesando el suelo y carece de los minerales que dan calidad al agua potable.
El agua superficial corre por la superficie y acaba siendo almacenada en pantanos y presas; contiene algunos minerales y sales que ha acumulado en su contacto con el suelo o que ha atrapado en la atmósfera. Suele ser de mala calidad, en parte porque el agua se deteriora cuando se almacena en reposo y queda expuesta a la oxigenación del aire y a los rayos del Sol. El agua de superficie también suele verse afectada negativamente por la deforestación y el excesivo desarrollo urbano; ambas circunstancias alteran los patrones y ritmos de los cursos de agua; el agua corre por las superficies compactas y deforestadas sin seguir su patrón preferido de fluir suavemente, lo que le permite recoger y almacenar informaciones físicas y de otro tipo por el camino. La mayor parte del agua potable es agua superficial o agua del subsuelo.
El agua del subsuelo suele ser mejor para beber porque viene de las capas profundas del subsuelo, llega a la superficie a través de diversos pasadizos y corrientes subterráneas, va madurando a medida que viaja y contiene residuos de muchos elementos. Actualmente parte del agua del subsuelo puede estar contaminada por restos de productos químicos.

El agua de manantial es la de mayor calidad, particularmente si mana de manantiales de montaña. La mejor agua de manantial tiene un color azulado y emite destellos; contiene muchos minerales disueltos, tiene un sabor delicioso y es muy saludable. Si te abasteces de agua en un manantial, asegúrate de hacer un seguimiento regular del nivel de contaminación que pueda tener a causa de las prácticas agrícolas modernas.s del agua